El origen del Labrador Retriever está en el siglo XIX, en Groenlandia. El perro ayudaba a los pescadores ya que estaba amaestrado para saltar al agua cuando el barco se acercaba al puerto y recogía con su boca las puntas de las redes llenas de pescados y remolcaba la red hasta tierra. Sus compañeros humanos de tripulación vaciaban la carga.
Según esta teoría, algunos de estos ejemplares viajarían hasta el Reino Unido. Donde pasarían a trabajar con los cazadores. Aquellos canes de Terranova poseían dos tamaños bien distintos, unos eran conocidos como Terranova y los otros, de menor talla y pelaje corto, como perro de St. John. Es a esta variedad a la que se considera como ancestro del actual Labrador Retriever.
Según esta teoría, algunos de estos ejemplares viajarían hasta el Reino Unido. Donde pasarían a trabajar con los cazadores. Aquellos canes de Terranova poseían dos tamaños bien distintos, unos eran conocidos como Terranova y los otros, de menor talla y pelaje corto, como perro de St. John. Es a esta variedad a la que se considera como ancestro del actual Labrador Retriever.
El Labrador en la actualidad
Así como esta raza fue indispensable en épocas anteriores, también lo es hoy en nuestros días, ya que el moderno labrador conserva esta orgullosa tradición de ser un trabajador nato. Actualmente, existen labradores entrenados para detectar narcóticos y explosivos, por su agudo sentido del olfato y su buena memoria, que le permiten detectar minas enterradas a grandes profundidades. También es preferido como perro de caza con rifle, por su habilidad para arrastrar animales heridos, y porque cuando cobra una presa no la daña con su boca "suave". Aunque la mayor fama que tiene el labrador en su trabajo con los humanos es como perro guía ó ayudante para personas con discapacidades físicas.
Así como esta raza fue indispensable en épocas anteriores, también lo es hoy en nuestros días, ya que el moderno labrador conserva esta orgullosa tradición de ser un trabajador nato. Actualmente, existen labradores entrenados para detectar narcóticos y explosivos, por su agudo sentido del olfato y su buena memoria, que le permiten detectar minas enterradas a grandes profundidades. También es preferido como perro de caza con rifle, por su habilidad para arrastrar animales heridos, y porque cuando cobra una presa no la daña con su boca "suave". Aunque la mayor fama que tiene el labrador en su trabajo con los humanos es como perro guía ó ayudante para personas con discapacidades físicas.
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